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El Gran Gatsby

Vaya por delante que a mí me gusta Baz Luhrmann. Mucho. Con todos sus excesos y desenfrenos. Puede que en sus películas importe más la forma que el contenido, pero es en que precisamente en vistosidad pocos le ganan, por no decir nadie. Ni en atrevimiento. Ni en imaginería visual. Son películas que hay que disfrutar en el cine.


Del Gran Gatsby solo había leído la típica versión resumida en esos libritos de la clase de inglés, con el vocabulario en los márgenes. Tengo pendiente leerme la novela original, pero aún así creo que, más allá de todas las licencias artísticas, la adaptación de Luhrmann es buena, sino no me explico que algunos dilemas de los protagonistas sean tan, tan de la época que retrata.

Y eso que en las bases, sigue siendo una historia actual: personajes que viven rodeados del lujo, a espaldas de la inminente decadencia. Para ilustrarlos, una puesta en escena apabullante, fiestas con cientos de extras, cientos de colores, cientos de fuegos artificiales. A ritmo de hip-hop, claro. Las canciones brillan e incluso ese Back To Black de Beyoncé y André 3000 lo disfrutas cuando suena.


Baz Luhrmann ha dado con una historia que le permite potenciar todos sus tics y talentos. A ratos, no te quitas la sensación de estar ante la versión deluxe y neoyorkina de Moulin Rouge. Pero eso es bueno. Tan bueno que, de hecho, si no fuera por la música, El Gran Gatsby superaría en todo al romance de Satine y Christian. Me quedo con esta película sobre la ambición bien entendida, el optimismo y el poder sanador de la escritura. Dos horas largas de puro disfrute.

btemplates

9 comentarios:

Deborahlibros dijo...

Ohhh, no me la pierdo. Y creo que el libro te gustaría, cae en dos tardes y a mí me maravilló. Un saludo.

Alex Pler dijo...

Tengo que ponerme al día con la novela norteamericana. También me falta por leer otro clásico como "On The Road", por ejemplo. Al menos, por fin hoy me ha llegado "Conversaciones con David Foster Wallace". Ya es algo ¿no?

Smooth Criminal. dijo...

Planeo hacer una review en mi blog, pero no puedo resistirme a intervenir en el tuyo.
He leído algunas reviews de la película que la dejan por los suelos por dejar de lado lo íntimo de la novela y convertirse en un film tan excesivo. Sin embargo, a mí eso me parece lo bueno de la peli. Es decir, en un libro no tienes atrezzo, extras ni música que acompañe, pero sí puedes introducir los pensamientos de los personajes. Sin embargo, en una película, salvo por la forma de actuar del actor, no hay un carácter tan íntimo. Y si tienes millones de dólares para rodar tu película en mansiones gigantescas, en el Nueva York de la segunda década del XX o en una gigantesca mina, pues por qué no aprovecharlo. Es una película para mostrar los "felices años 20", y creo que si hubiese sido tan íntimo como el libro, el resultado habría sido bastante malo.

Eso sí, la música es un despropósito. Por mucho que me guste Lana, se exceden en el uso de Young And Beautiful, sin usar Kill & Run de Sia o Hearts A Mess de Gotye, por ejemplo. El Over The Love de F+TM está muy mal aprovechado y lo del rap es, sencillamente, un horror.

Alex Pler dijo...

De acuerdo en que está bien que aproveche el presupuesto para esa recreación deslumbrante de una época de excesos. Aparte, que quien vaya a ver una película de Baz Luhrmann buscando intimidad y no pomposidad... que se lo haga mirar. De todos modos, me parece que sabe combinarlo bien y la segunda mitad es "íntima" dentro de lo que cabe.

Sí que habría estado bien que aprovechara más canciones (la de Lana no es TAN bonita), pero las que están ahí, me gustan cómo quedan. Mención especial para la de The XX, muy bien ubicada.

¡Avisa cuando esté tu crítica!

Deborahlibros dijo...

Esas conversaciones son pata negra, vamos bien. Y yo tampoco he leído On the road, me da pereza, qué le vamos a hacer.

Alex Pler dijo...

Pues a mí On The Road me intriga. No sé si me interesa, pero intriga sí. Sigo sin empezar las Conversaciones porque me lo habéis vendido tan bien y amo tanto a DFW que... veremos a ver.

Jorge dijo...

Empieza a ser marca de la casa del señor Luhrmann comenzar sus películas con lo que, en referecia a Moulin Rouge, se calificó como "delirio pastillero". La reproducción del NY de los años 20 me hace pensar que igual hasta estamos involucionando, ains....menudo vestuario.

Alex Pler dijo...

Jajajaja, Jorge, ¿te refieres a esos momentos en que la narración avanza tan rápido que no tienes tiempo a situarte? La escena en el apartamento de NY me recordó a la llegada de Lautrec en Moulin Rouge...

Jorge dijo...

Bueno, a esos momentos y a muchos otros; como me ponga a hacer paralelismos va a resultar que es la misma película ;)
Tienes mucha razón con lo del apartamento. No me había percatado, pero ahora que lo comentas es de lo más evidente.

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